Un cosmoespacio, en la astropista, lleno de grafiti sideral.
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sábado, 24 de octubre de 2009
conozco
yo conozco tu secreto más secreto
yo me sé ya de memoria tus rutinas
tus manías, tus descuidos, tus silencios
soy astrónomo de estrellas y galaxias
que nacieron en tu espalda laberinto
cada mancha de la piel que te recubre
y hasta con ojos cerrados te describo
y también sé que tu pelo siempre crece
enredado en una vaina, en una greña
y lo amansas con tesón cuando anochece
y al soltarlo de mañana vas risueña
al trabajo tan monótono y agreste
que realizas por que no tienes remedio
y te esmeras en sonreír a los clientes
para ver si un mes de estos llega un premio
y que duermes con sostén, y que no roncas,
y conduces como un loco hacia la muerte,
tu adicción al blower y a la coca cola
mas no sabes de mis ganas de tenerte
de las máquinas que matan embriones,
de que piensas que el amor es sólo un juego,
de los frutos de tu cuerpo que otros cuidan
de las noches en que lloras en silencio
de tu madre y su dolor y su tristeza
de tu padre y su distancia y su silencio
de tu hermana y de su maternal nobleza
de la bestia y del olvido y los recuerdos
de los platos que rompieron en tu cara
y del cáncer que arrancaron de tu vientre
del dolor que causan los que te abandonan
y de todo cuanto pasa por tu mente
yo conozco tus dolores y placeres,
cuanto quieres, y todas tus perversiones
y los libros que leíste y lo que tienes
escondido entre tus prendas interiores
yo conozco cada uno de sus nombres
y las huellas que dejaron en tu pecho
y yo sé perfectamente que no hay hombre
que conozca como yo todo tu cuerpo
jueves, 15 de octubre de 2009
temporary life
domingo, 11 de octubre de 2009
azar
A veces me entretengo
al caer la noche
grabo tu nombre largo,
y los inventos,
y una ecuación causal
siempre devuelve
cuantas pudiste ser,
las que no eres
las fotos y otros datos,
recuerdos, fechas
de eventos en lugares
en que no estuve
paisajes de los viajes
que nunca hicimos
y hasta historias escritas
como poemas
y descubro poetisas
que nunca fuiste
y descubro palabras
que no dijiste
cuentistas, ensayistas
y semidiosas
números, direcciones,
crédito y sueños
perdidos en la nada
del cero y uno
en el vacío oscuro
del infinito
a veces me entretengo
con tu recuerdo
computo su raíz
cuadrada y cúbica
se lo entrego al azar
que lo devuelve
en poemas e historias
que yo me invento
y descubro poetisas
que nunca fuiste
y descubro palabras
que no dijiste
A veces me entretengo
al caer la noche
perdido entre la nada
del cero y uno
grabo tu nombre largo,
y los inventos,
y hasta historias escritas
como poemas
y descubro poetisas
que nunca fuiste
y descubro palabras
que no dijiste
asesino de recuerdos
viernes, 9 de octubre de 2009
Isleño
ella le espera
sábado, 3 de octubre de 2009
Isla
Yo también soy una isla,
todo un borde infinito de costa quemada
por el sol de esta ciudad
de dos montes pequeños
y uno grande y deforestado
que fluyen con exceso
de azúcar y fármacos
sobrepoblado, habitado
en más de setenta y ocho partes,
venas por carreteras
del pasado, presente y futuro,
pasiones huracanadas
en el rompecabezas que flota
entre dos cuerpos de agua
de cabezas en las aceras,
en un trópico de asfalto
ya no me basta
En algún momento me bastó saber
que existías,
pensarte en silencio, entre lo cotidiano
Imaginarte como en aquellos días,
entre sonriente y perdida,
nostálgica y redonda
Hubo un tiempo en el que fuiste un invento,
un fantasma,
la evolución de un recuerdo
Y llegó el momento en el que
decidí tomar las armas del valor para llamarte
sin esperar sólo un eco
Y no sé si me sirvió de nada
despertar los sentimientos,
los inventos y los cuentos sin acabar,
porque no acaba tu risa
Y en lo profundo de esta alma que no tengo,
hay un latido que casi desaparece
que cada vez se hace menos presente
En algún momento me bastó el recuerdo de tu boca,
de tus dientes separados,
tu pelo oscuro
Desear intensamente lo que no tuve,
recrearte vacía e inventada
sobre mi músculo
Pero ya me sobran los inventos,
y los recuerdos de niño curioso
brotan de mis poros con verdes hojas
Y quiero los sacrificios,
la carne, la sangre,
la comunión de los cuerpos
Tu vientre como un altar,
mis manos repiten signos
místicos sobre tu cuerpo
Y es que el silencio no basta,
no alimenta, sólo siembra deseo.
jueves, 1 de octubre de 2009
porque la quería
Porque la quería
le entregué mis manos,
mis dos manos frías
le enseñé mis pasos
le dí mi alegría
la noche y el día
Porque la quería
me mostré desnudo
y sin armamento
cada sentimiento
y hasta mi futuro
lo que no tenía
y aunque me adoraba
y a veces me amaba
no sé si quería
todos los secretos
que guardé en el alma
porque la quería.
Porque la quería
me daba su lengua,
le daba la mía
pero yo le hablaba
y, aunque me miraba,
nada me decía
cuando me levanto
luego abro los ojos,
no logro sentirla
y así se quedaba,
inmóvil, silente,
y casi sin vida
y yo, cabizbajo
seguí mi camino,
porque la quería.