jueves, 17 de marzo de 2011

el payaso

soy un payaso,
un provocador pintado,
mi cuerpo es una casa sin puertas
por la que fluye el viento

cambié la notaría
por una vía, la novia por
una avalancha de historia
y los atardeceres

descubrí que una semana
de vacaciones no es
suficiente para ver
el mundo

que el cementerio
está lleno de soñadores,
y que no estoy dispuesto
a acompañarles

que vale más
tener la cartera vacía
y el corazón lleno
de sonrisas

y una tarde cambié
la casa por una bicicleta,
la estabilidad
por la posibilidad

y dejé de ser metáfora
para volverme monje
de la praxis, profeta
de la anti-utopía

y desde entonces,
me nacen paisajes
en la boca, me pagan
en moneda de sonrisas

y el canal del tiempo
me da la probabilidad
de que florezcan hoy
los cerezos

y mis recuerdos
inundarán mis sueños
de tambores lejanos,
de arena del camino

del polvo de la ruta,
de las comidas
que nunca supe de
que estaban hechas,

de la bondad y la caridad
de todos los extraños,
de la hermandad
que no tiene lengua

mi plan de retiro
no tiene aduanas,
y la inactividad
me llegará cuando muera

he encontrado en el
movimiento mi forma
de vivir y de ser,
y me encontré en el camino

no tengo trabajo,
ni jefe, ni novia
ni plan de retiro,
pero soy libre