jueves, 18 de octubre de 2007

Agradecimiento

Gracias,

por que ahora tengo temas,

versos para poemas de desamor,


relatos de sábanas, de frío y lluvia,

jadeos que se transmutan en notas altas y graves,

en semifusas de un corazón acelerado,

ritmos constantes de maderos que chocan,


cuentos de olvido, de cáncer del alma,

mitos incontables de la creación de un dios,

de una ráfaga de células que mueren, que atraviesan,

escenas de mujeres que se elevan a los cielos,


motivos para embriagarme del imposible,

miles de gotas de imaginación en las que bañarme,

varias botellas de recuerdo con las cuales perfumarme,

prendas de deseo, piezas de ropa, olores a cuerpo,


feromonas que mis neuronas recrean en mi nariz

y me devuelven techos de madera, lluvia y tardes grises,

cajones, cuerdas, humo, ron, cerveza, aplausos, bailes,

idiomas en los que soñar cada día y cada noche,


geografías de un cuerpo en las puntas de los dedos,

curvas, lunares, pelo, la lentitud,

tensión, sudor, éxtasis, la rapidez,

libros que cuentan historias de obsesión,


tildes, acentos, palabras esdrújulas,

sabor a recuerdo en la boca, vacío en el estómago,

ciudades, playas, piedras, ríos que mueren,

el deseo de un lugar que me recuerde a otro


me llenaste de razones y por eso te agradezco

miércoles, 17 de octubre de 2007

Libre

Estoy aprendiendo a desaprender,

estoy desprogramándome línea por línea,

y llenándome de instrucciones nuevas


Sé que un día he de librarme

de la religión y la irracionalidad,

la constante repetición sin sentido

de mágicas palabras que te limpian de responsabilidad,

algo así como un “car-wash” místico,

en donde si pagas una cuota y obedeces,

te aseguras el pasaje de primera clase al más allá


Me libraré de los prejuicios,

de pensarme superior a alguien solo por mi origen,

o por como me veo


En algún momento dejaré de ser esclavo

del efecto de la primera impresión,

y aprenderé a juzgar cada cosa por sus méritos


Me convertiré en investigador, en juez,

sabré los beneficios y deficiencias de cada cosa

Le daré a mis neuronas el poder de la auto-organización,

la capacidad de reciclar ideas, de expulsar impurezas,

a mi boca y garganta el don de la irreverencia

ante aquellos que piden respeto pero no lo ofrecen,

la capacidad de levantarse y protestar,

a mis manos el arte de crispar los dedos,

de cerrarse en un puño y levantarse al cielo,

y a la vez la suavidad de una caricia


Algún día seré el nuevo Maitreya,

no por librarme de las reencarnaciones,

si no por hacerme un hombre nuevo sin limitaciones