martes, 2 de septiembre de 2008

empaques

insistes en enlatar los sueños,
los sentimientos, el pasado
y hasta el presente

juras que el olvido
se compra en la farmacia,
con una dosis que se repite

te engañas cuando piensas
que puedes empacarme
envolviéndome en papel marrón

que lo vivido es pasajero,
que las lágrimas son agua,
que no hay consecuencias

juras que puedes empacar los sueños,
llenarlos de cinta adhesiva
y enviarlos a la China

pero en el momento menos esperado
te darás cuenta que los enviaste mal
y habrán de regresar cuando menos lo esperes