domingo, 5 de septiembre de 2010

santa

no sé por que a veces me siento
que debo vestirme todo de blanco
para estar en tu presencia

que debo tener un altar lleno de velas,
una ofrenda a tus dientes separados,
a tu vientre que engendra el mundo

que mi destino es que seas mi Olorún,
en este ayé en donde te he descubierto
que tu eres mi santa y yo tu esclavo

que cuando miro a tus ojos
los caminos se abren, y es como si
fueras adelante creando tierras

y a veces somos el fuego,
la política y la guerra que me nacen,
el machete que me hará libre algún día

y otras eres los truenos y los rayos,
mi ombligo de Nigeria y Benín
de blanca tez y rizado cabello

no en vano eres siempre Obatalá,
la dueña de mi cabeza y de mi cuerpo,
el aliento de un dios que nos ampara

y en los días que no te encuentro
soy tu opuesto gemelo,
tu eterna batalla sin descanso

y cuando en los atardeceres rojos
eres mar, diosa guerrera
eres mi rito y camino

y me proteges los sueños
y en tu regazo me auxilio
como el sol cuando muere

virgen tatuada en colores,
fuerza, poder, tierra, fuego,
bella orisha de mi realidad

compadécete de mi