Por la mañana,
niña traviesa,
te despertaba
con tiernos golpes
sobre tu piel
que mi cuerpo daba
Entre tu boca
sabor a fresas
se descubría,
y por tu espalda
con mis dos dedos
camino abría
Y tú en tu sueño
de vino tinto
y culpas roncabas,
y entre mis manos
monte de Venus
que se escapaba
Nombre ciudad
tu blanco rostro
sigo buscando
mujer de mármol
aún mi cuerpo
te anda anhelando
Aquella noche
fijo mirabas
y me besaste
ojos cerrados
manos creadoras
dulce contraste
En una cuerda
encontré las letras
que dan tu nombre
y en otra cuerda
encontré el misterio
que siempre escondes
Y entre mis manos
tu piel de seda
se deshacía
y de momento
rompió el silencio
tu melodía
Nombre ciudad
tu blanco rostro
sigo buscando
mujer de mármol
aún mi cuerpo
te anda anhelando