miércoles, 11 de enero de 2012

...

cuando te encontré perdida
entre los pulsos de aparatos
que hoy olvida el pasado
te dejé un techo de madera,
un conato de baile,
en un quinceañero

te dejé el ensayo de un beso,
un intercambio de fotos color sepia,
un supermán de rizos rubios

muchas cartas, algunos encuentros
mucho Silvio y mucha trova,
comienzos de poesía,
retazos de canciones,

tú me dejaste una rosa seca,
un ojo morado,
un mal sabor en la boca

cuando regresaste de la nada,
borracha, semiconsciente,
con otro nombre en la boca
y un caminar sin patrón
te dejé un beso en el tablado,
la canción que pediste,
y un paseo

tú me dejaste sin respuesta,
cartas rotas que tuvieron
que ser rescatadas
a oscuras, y no entendí

cuando te volví a encontrar
te dejé escondites,
juegos, estacionamientos,
besos con sabor a dulce,
a Tontxu sonando,
un código impreso en tu cuerpo,
el diseño de un nosotros

me dejaste olvidos,
dolores, una serie
de cosas que no se entienden,
respuestas sin sentido,
contrarias al corazón

entonces,
¿Para qué?