sé que alguno de estos días nacerá un sol en tu vientre
comenzando como nube ionizada se dispersa
y que en tu útero fértil se comprime con tal fuerza
muy inestable al comienzo, dinámica y armoniosa
purificación por fuego que se concentra silente
Transfigurándose en disco disipador de energía
en un calor calcinante que desde tu vientre surge
en mil luces que se esparcen desde el centro de tu ombligo
azul protoestrella hermosa que se riega por tu espacio
un día atardecerá al sur de tu cuerpo amplio
y de tu polo magnético habrá de nacer un astro
lloraré porque ninguno de sus átomos de hidrógeno
saldrán de la sopa cósmica de la sangre de mi cuerpo