él duerme

Pelos de miel que nacen
desde tu cabeza
y se enrredan entre ellos,
con desorden

los ojos, las cejas,
la nariz que te he heredado
oscuros, tristes ojos
de mirada perdida

un cuerpo largo
y flaco, pocas nalgas,
la barriga hacia afuera,
y el andar de tus ancestros

apenas dominas
aquello de desplazarte,
pero vas a prisa;
errático, comiendo losetas

no hablas, sólo sabes cantar,
con una voz afinada,
de registro agudo,
que inventa secuencias de notas

y solo el azar sabe
si sabrás inventar con ellas,
si las palabras también
serán tus herramientas

por ahora solo puedo
contemplar ese movimiento
aleatorio de tus ojos,
el temblor de tus labios

esa risa que tienes
así, casi dormido,
casi despierto
a punto de florecer

mi niño

Mi niño es
el fruto del pecado

él, en su inocencia
no se lo imagina

pero muchos lo odian
sin conocerle

lo miran, con el rabo del ojo,
con cierto desprecio

y yo no puedo imaginar
cómo algo tan pequeño y hermoso
puede despertar esos sentimientos

siempre hay susurros, cuchicheos,
palabras en bajos volúmenes

y esas risas desagradables
de los que no saben nada

Yo lo miro, en su felicidad,
y sufro por lo que no sabe

hay quien lo llenara de palabras
que aparentaran dulzura,
mas yo sé que solo estaban llenas
de odio y rechazo

y ella, que no es como nadie,
que lo ama a pesar de cómo ha llegado

lo agarra, lo busca, lo trata como suyo
lo ama tanto como al propio

mi hijo, tiene 8 dientes,
mis ojos tristes, y mis rizos,
mi mejor error, mi hermoso tropiezo

En los dedos

En los dedos tuve un nombre

que sonreía, que lloraba,

que buscaba mi voz

pero el nombre se hizo

polvo y con el viento 
una mañana volando se marchó

En los dedos tengo cuerdas 
de guitarra temblorosas,

que cantan a su voz,

pero el eco de las cuerdas

ya se pierde en la distancia,

igual que ese amor

vibran, suenan,

en el espacio

cantan, lloran,

bajito, despacio

En las manos tuve noches

que se volvieron cintura,

caderas y también

tuve labios muy mojados

que a mi oído susurraron

más de una vez

En la boca tuve notas

que formaron las canciones

que un día le escribí

pero ella abrió sus alas

para elevarse muy alto

y muy lejos de mi

Vuela, odia,

busca el olvido

grita, rabia,

sueña conmigo

y se acuerda de mis dedos…

En los dedos

tengo siempre una guitarra

que te canta esta canción

en mi mente siempre tengo

el recuerdo de tus ojos

y tu voz

En el alma tengo culpas

y una partida de excusas

que no van a resolver

el desastre que he dejado

y que ya difícilmente

puedas comprender

y por más que quiera ahora

que mis dedos te sintieran

eso nunca pasará

porque el orgullo es muy grande

porque es huérfana la culpa

y no me perdonarás

Lloro, grito,

luego me calmo

sueño, canto,

como si un salmo

me naciera de los dedos…

En los dedos

tengo siempre una guitarra

que te canta esta canción

en mi mente siempre tengo

el recuerdo de tus ojos

y tu voz

Tu nombre

Voy a tener que aprender tu nombre

tu nombre que no sé pronunciar

el que me causa dolor y rompe

mi caminar

con ese peso de cada letra

con el apego que me causó

jugar el juego del acertijo

y de la ilusión
 

Si antes usaba claves y motes

para nombrarte, ya se acabó

por que tu nombre ha sido un hechizo

triste conjuro, reseco adiós

y cada sílaba, cada nota

del nombre que nunca pronuncié

te harán humana, y sin dolor

te recordaré 

voy a tener que estudiar el árbol

que a cada letra le da valor

para librarme de aquél silencio

que me dejó

decirlo a gritos, hasta quedarme

ronco de rabia, por el dolor,

que da nombrarte y no tenerte

y el desamor

Si antes usaba claves y motes

para nombrarte, ya se acabó

por que tu nombre ha sido un hechizo

triste conjuro, reseco adiós

y cada sílaba, cada nota

del nombre que nunca pronuncié

te harán humana, y sin dolor

te recordaré 

Quiero borrar

ser tu gran amigo

y la vergüenza

que me causó

ser prostituto

de tus caprichos

ser invisible

como lo es dios

Quiero aprenderme

por fin tu nombre

para decirlo

ya sin temor

que no haya hechizos

que hagan esclavo

a mi corazón