jueves, 22 de abril de 2021

faro

A veces pienso que eres

todos mis errores, agrupados,

metidos dentro de una caja

de esas que te regalan

cuando compras Estee Lauder

en navidad

 

hay algunas que eres

toda nobleza,

toda comprensión,

el ser más puro,

como dicen que son los ángeles

 

en otras eres

los pecados más deliciosos,

todos esos actos que

me reservo callado

como un secreto,

con una mezcla de

vergüenza y gusto

 

A veces eres

la curva de Hilbert,

el copo de nieve de Koch,

un patrón recursivo

ad infinitum

 

hay otras que solo eres

una niña asustada e indefensa

en posición fetal,

llorando, tiritando,

casi muriendo de miedo

 

A veces te conviertes en

Juana de Arco,

Marie Curie,

en Tania la guerrillera,

con las botas puestas,

dispuesta a comerte el mundo,

o a pasarle por encima a los

que se te metan al medio

 

y todas las veces solo tengo

que mirar tus ojos para recordar

dónde estoy,

que quiero de la vida,

cuál es mi norte,

qué debo comer,

a dónde va esto

o lo que se siente estar vivo

 

algunas, y esas muy pocas

eres la oscuridad,

mis miedos profundos,

mi aversión por los cambios

de plan

 

muchas otras

eres mis ganas de salir corriendo,

mi deseo de vivir

en otra lengua,

en otra cultura,

de ver el sol ponerse en

otras costas,

o tal vez selvas,

o quien sabe si sobre un río

 

a veces no sé porqué

persigo sueños,

binarios y lógicos sueños

cantados en líneas,

traducidos,

interpretados,

que me dejan desorientado,

con ganas de mandarlo

todo al carajo

 

pero cuando no me ubico,

solo recuerdo tu voz,

y de entre la bruma,

o de la noche,

o quizás de entre la niebla

sale un rayo,

disparado hacia los cielos

 

una luz de sabiduría,

un puente, una paloma,

mi dirección y futuro

viernes, 9 de abril de 2021

te vas

 Te vas y yo comienzo el conteo regresivo
contando los segundos de mi fría mañana
contando los suspiros del corazón furtivo
contando que el deseo pase por tu ventana

amándote de lejos, deseando tu labios
buscando tu sonrisa, tus ojos, tu regazo
navegando la noche sin mapa ni astrolabio,
imaginando olores y el ruido de tus pasos

Queriendo tu cabeza descansando en mi pecho,
mis manos en tu pelo bajando lentamente
y deseando tu cuerpo caliente aquí en mi lecho
y mis manos posadas sobre tu pecho ardiente

y de tu boca salen flores y mariposas
de tu pecho latidos, ritmos como tambores,
y bebo de tus labios el néctar de una rosa
y me siembro en tu tierra llenándote de amores

de tu mano agarrado puedo correr sin rumbo,
a tu lado y camino con un compás que lleva
a tu tierra, a mi isla, cualquier rincón del mundo
al portal de tu casa, cualquier día que llueva.