domingo, 18 de diciembre de 2005

Ella

Ella es un golpe cacofónico

un estruendo ensordecedor

seguido de mil estrellas fugaces


Ella reverbera en los rincones

del universo como el comienzo

como una lluvia de átomos

que nacen de una sopa cósmica


Ella me toma la mano y me traga

su cuerpo de alabastro

me desgarra y me acelera


Ella me canta con voz gruesa

me habla del alto sol

del oro perdido, del viñedo

de la verde hoja

del divino imperio


Ella tiene unos ojos vivos

negrura mística

brillantes, grandes

como el mar de noche


Ella es un desierto

que se traga mis besos

y me llena de sed


Ella es mi igual y mi opuesto

onomatopeya del mito

todos los solsticios y equinoccios

las puntas de la rosa de los vientos


Ella es un prodigio poderoso

conjura en sí geografías

que exploro con mis manos


Ella es el bien y el mal enmarañados

el corazón de todos los hombres y mujeres


Ella es un torrente, interminable prosa

una pirotecnia de versos que florecen en el cielo


Ella es revelación, metamorfosis, sueño


Ella es revolución

Siempre te canto

Siempre te canto

en el silencio,

en cuanto rincón,

pero no me escuchas

Siempre te canto

aunque hoy día

no lo hago tanto

como antes lo hacía

pero aún

miro al techo,

tomo la guitarra

y mis dedos se pierden

en do fa y sol

que invento para ti

melodías que me corren

como ríos,

pero no me escuchas

Siempre te canto

grito de libertad,

refugio de mi palabra,

brisa que mece las ramas

del roble,

siempre te canto

rojo atardecer,

sabor a sal,

Venus marina,

siempre te canto

mi primera demencia,

cuerpo de espuma,

tensa cuerda

que mis manos acarician

Siempre te canto

ninfa de aire

bailarina,

cuenca de mis ojos,

amanecer eterno,

manos de viento,

Ariadna de mi laberinto,

siempre te canto,

mas mis notas parecen perderse

en el oscuro e infinito vacío

de la nada,

con una resonancia nula,

vibra mi voz, pero no te llega