viernes, 1 de agosto de 2008

posposición de lo inevitable

Entre la costa y montaña
dejé colgados mis labios
sobre tus labios mojados

bajo el puente, junto al río,
hallé el antiguo y perdido
arte del beso amoroso

con flamboyanes y verde
y un escabroso camino
hecho de piel que se eriza

con tu lengua misteriosa
la fórmula matemática
que multiplica el deseo

Entre tus muslos mi mano
y entre mis dedos tu piel
cual medieval laberinto

entre mis manos tu pelo
y tu espalda y tu deseo,
y el comienzo de tus nalgas

entre tus pechos perderme
tan ebrio de tu saliva
parecería inalcanzable

con tu cuello y tu silencio
y tus miradas esquivas
pospongo lo inevitable

cómo parir una canción

es un sol que va creciendo en mis entrañas
y a diario me regala una explosión
amanece en el oriente de mi cuerpo
me consume lentamente el corazón

es un río del tamaño de un planeta
que en mi boca desemboca con vigor
cada letra de un abecedario antiguo
con palabras aún sin definición

es querer domar un huracán gigante
es querer abrir la tierra de un temblor
es tener dos manos y no tener dedos
es quizás como parir una canción

es un horizonte lleno de preguntas
es metáfora de un poema de amor
es el ruido de las gotas de la lluvia
y su beso es un pecado seductor

es volver a renacer de un solo golpe
es cada impulso nervioso del dolor
es un sentido salvaje de violencia
de las hojas del otoño es el color

es un árbol que sea abraza al infinito
grito libertario contra la opresión
es descubrimiento de una nueva idea
las corcheas y semifusas del amor

es querer domar un huracán gigante
es querer abrir la tierra de un temblor
es tener dos manos y no tener dedos
es quizás como parir una canción

es un horizonte lleno de preguntas
es metáfora de un poema de amor
es el ruido de las gotas de la lluvia
y su beso es un pecado seductor