sábado, 30 de abril de 2011

encierro


Mi cárcel no tiene barras
y sus ventanas están abiertas
no hay carcelero, ni amarras
y nunca están cerradas las puertas

y mi única libertad
son estos versos que tejo en rima
y la voz de mi verdad
que a unos acordes tristes se arrima

mi condena es un calvario
que no está escrito en sentencia alguna
y tu cuerpo relicario
guarda el pecado que nos consuna

y la fe que me tortura
me hace cargar una cruz voluble
y comulgo de un dolor
que hace que mi alma toda se anuble

Mi cárcel no tiene barras
y sus ventanas están abiertas
no hay carcelero, ni amarras
y nunca están cerradas las puertas

jueves, 21 de abril de 2011

sin título

y me quedé, por que no tenía salida, 
ni destino, ni lugar donde ir, 
y a veces lo aleatorio se vuelve 
Elegguá de la materia, 
y se abre el camino de los ladrillos amarillos

sobreviviente

Nacido en la pobreza y el olvido 
me siento en esta silla a contemplar 
que desde el día de mi primer latido 
siempre algo me trata de matar 
y no ha podido.

martes, 12 de abril de 2011

El cosmonauta



Yo nací
cuando la tierra aún se veía
en blanco y negro

cuando el negro espacio
se volvió frontera
que había que conquistar

y crecí
enamorado
de los discos de los Beatles

cuando los carros
parecían barcos
en la calle a navegar

sembrado en una barriada encantada
de una tierra hermosa y ocupada
volando papalotes y pegado a la televisión

picado por los mosquitos y piojos
y un brillo de esperanza en mis dos ojos
huyendo de mi madre y su regaño
cantando una canción

Coro

Y Yuri Gagarín cruzaba el cielo en un cohete
y la mejor canción sonaba bien en un cassette
y las calles de mi barrio recorría imitando un avión

Y el mundo era pequeño y todos se conocían
y todo cuanto amaba entre las manos me cabía
nací en el medio del último siglo del milenio que pasó



Y ahora estoy
en esta era
de la tecnología

pensando en lo complejo
que es vivir
en la modernidad

esclavo
de las redes sociales
y de los celulares

tratando de adaptarme
al huracán
de la velocidad

aún con ganas de ser cosmonauta
me conformo con ser el internauta
que tropieza entre los ceros y los unos
que causan confusión

sembrado en este tiempo que no es mío
tratando de no caer en el vacío
de la sociedad moderna
que no sabe lo que es el corazón


Coro

Y Yuri Gagarín cruzaba el cielo en un cohete
y la mejor canción sonaba bien en un cassette
y las calles de mi barrio recorría imitando un avión

Y el mundo era pequeño y todos se conocían
y todo cuanto amaba entre las manos me cabía
nací en el medio del último siglo del milenio que pasó

jueves, 7 de abril de 2011

el perro

como en todos estos días

siento que el amor

es un mercado,

 

un producto de consumo,

de mucho valor de intercambio

y poco valor de uso

 

como en todos estos días

siento que la vida

se me escapa,

 

que el alma ya no aguanta

tanto golpe bajo

 

pues es que en estos días

me visita un viajero,

que ya ha estado conmigo

 

y todo lo que sabe

es de recuerdos marchitos

 

de burlas, de traiciones,

promesas incumplidas,

de dolores de pecho,

y ganas de enterrarme

 

y como ya es costumbre

hablo con las paredes

porque nadie me escucha

 

hago vibrar mis cuerdas

pero están todas mudas

 

y sobre el pentagrama

una métrica rara,

que le faltan las notas

 

y es que estos días son

como una marcha fúnebre,

 

y lento me derrito

cuando me quedo solo

 

puede salir la luna,

o estar fría la noche,

y sólo veo el vacío

 

tan negro y tan profundo

que me seduce un poco

 

con ganas de abrazarlo

me lanzo hacia su fondo

buscando lo que queda

de lo que me hablas tanto

 

camino por la casa

y me arranco pedazos

como un rompecabezas

 

los riego por el suelo

sin ceremonia alguna

 

solo me quedan trazos

de lo que ayer serías

pero saben a nada

 

a la nada tan sola

a la nada tan triste

 

me saben al olvido,

al segundo lugar

 

a tu llanto y tu rabia

que no son para mi

 

me saben a derrota,

al pasado tan viejo

pero tan relevante,

a bombas, radiación,

a viajes que se extienden

 

me saben a la mañana

aquella donde desperté

desnudo sin saber

que pasaba

 

no soy mas que un fantasma

una ilusión redonda,

la cabeza que canta

el sexo que se exhibe

 

no soy más que

un buen juego

de una niña lejana

 

pero me queda claro

que no soy

su juguete predilecto

 

soy más como

una curiosidad,

un experimento

 

una manera

de almacenar deseo

para luego dejarlo ir

en otro cuerpo

 

una compañía prostituida,

la base de una estructura

tan frágil como el hielo

 

soy la ilusión,

el líquido que sale

de entre sus piernas

que se seca y desaparece

 

aquí, viejo y sentado,

ancho y usado,

casi muerto

 

un tiesto lleno

de promesas huecas

que nunca se cumplen

 

y ni una sola de esas lágrimas

recorren ese rostro

pensando en mi sufrir

 

todas se evaporan

y llegan a otro cuarto

 

soy el perro que

todos patean

y que aguanta

todos los golpes

 

ese perro triste

de la calle,

lleno de llagas,

cicatrices viejas

 

de las pulgas

del inmovilismo,

de la sarna

del desdén

 

de vez en cuando

me deja un hueso

con carne que se pudre

 

y yo comulgo,

y recito el viejo mantra

del deseo y el sufrimiento

 

pero esa carne podrida

corroe mis entrañas

que se acalambran

 

se retuercen de dolor,

se inflaman de putrefacta flatulencia

 

y cada día muero un poco

e infinitesimalmente

me vuelvo más llaga que perro

 

marchito y olvidado,

por no ser más importante

que aquél por el que tanto lloras

 

hasta que ladro y muerdo

y por fin, me disparas.

miércoles, 6 de abril de 2011

marchito

Esta pantalla blanca que me mira

que me exige gritando que le escriba

esta fiebre que tengo tan amiga

y el celular que ronca cuando vibra

 

esta pelea que cansa y que maltrata

esta inseguridad con pesadumbre

esta carga que llevo que me mata

y ganas de estar en la muchedumbre

 

estos golpes que tengo por vestido

que me amoratan lo vivo y lo muerto

la cama blanca donde estoy tendido

el llanto que me causa tu silencio

 

estas ganas tan grandes de mirarte

largo cañón donde duerme una bala

el corazón, solo falta que infarte

y la razón, que la perdí en la sala

 

y en esta decepción, que está profunda

y que no sale, cual mancha de sangre,

se meten sentimientos que se inundan

y poco a poco se mueren de hambre

 

y como flor al sol hoy me marchito

y como loco ad nauseam te repito

lo mucho que me hieren tus palabras

y de como resecan y desabran

el mundo tan pequeño en el que habito

 

alguna vez me amaste desde lejos

y buscaba la idea de tu abrazo

y ahora se despiertan miedos viejos

que me rompieron, me hicieron pedazos

 

alguna vez me diste de tu cuerpo

y comulgué de él a la distancia

y ahora solo me llenas de silencios

me siento traicionado en lontananza

 

y busco alguna máquina imposible

que en el espacio-tiempo grite y vibre

para que me devuelva a aquél pasado

en el que me dijiste que otro hombre

valía más que yo, y hoy ese nombre

resuena entre mi pecho sentenciado

 

pero es un ejercicio en masoquismo;

a veces creo que es un espejismo

esto de estar llorando con mi sombra

en oscuros rincones de la casa

en donde las paredes y las tazas

repiten ese eco que le nombra

 

no busco concesiones ni quimeras

ni quiero coquetear con la tristeza

habría de conformarme que vieras

este cuerpo desnudo que te reza

 

oh diosa digital que has pisoteado

lo poco que quedaba de este vate

que a tu pecho una vez vivió colgado

y que en este tablero ahora está en jaque

 

quisiera que te metas en mis ojos,

que pudieras quitarte los abrojos

que no te dejan ver como yo veo

y aunque siento deseos de abrazarte

hoy no tengo valor para mirarte

en mi alma marchito está el deseo

 

me encojo como feto que descansa,

con el cerebro y cuerpo adoloridos

las ganas y la acción pelean, no transan

y me llena la pena del vencido

 

quisiera de una vez desdibujarme

soltar los nudos y desenredarme

para secarme al sol, si estoy marchito,

no queda nada que pueda alegrarme

y poco a poco muero al enterarme

que se ha vuelto real hoy otro mito