lunes, 20 de abril de 2009

el camino

Subí a Villalba sin ti
por la escabrosa vereda
con el lago y la arboleda
dibujados sobre mí
y en cada paso que dí
tu ojos de cordillera
vi pintados, las aceras
de las casas me sonreían
y los árboles reían
cual si a mi lado estuvieras

Con un tango que tu boca
no pronunciara jamás
le impartí ritmo y compás
a mi jornada tan loca
cada hoja, cada roca
es letra de tu alfabeto
y en mi caminar inquieto
recorrí montes y llanos
y enredados en mis manos
tus labios como amuleto

Mi subida sin desvío
tiene del lago el sabor
y de la tierra el color
y la humedad del rocío
y tu vientre que es tan mío
huele cual la dulce brisa
y grabada en mi sonrisa
está la tuya que sueña
y en el eco entre las peñas
juega de esconder tu risa

Altos montes de mil verdes
casas que los desafían
y aquella mano tan mía
que entre mi mano se pierde
rogando que se conserve
el recuerdo de tu esencia
o que la alquimia o la ciencia
en un conjuro infinito
me de tan solo un poquito
de tu querida presencia