sábado, 3 de octubre de 2009

ya no me basta

En algún momento me bastó saber

que existías,

pensarte en silencio, entre lo cotidiano


Imaginarte como en aquellos días,

entre sonriente y perdida,

nostálgica y redonda


Hubo un tiempo en el que fuiste un invento,

un fantasma,

la evolución de un recuerdo


Y llegó el momento en el que

decidí tomar las armas del valor para llamarte

sin esperar sólo un eco


Y no sé si me sirvió de nada

despertar los sentimientos,

los inventos y los cuentos sin acabar,

porque no acaba tu risa


Y en lo profundo de esta alma que no tengo,

hay un latido que casi desaparece

que cada vez se hace menos presente


En algún momento me bastó el recuerdo de tu boca,

de tus dientes separados,

tu pelo oscuro


Desear intensamente lo que no tuve,

recrearte vacía e inventada

sobre mi músculo


Pero ya me sobran los inventos,

y los recuerdos de niño curioso

brotan de mis poros con verdes hojas


Y quiero los sacrificios,

la carne, la sangre,

la comunión de los cuerpos


Tu vientre como un altar,

mis manos repiten signos

místicos sobre tu cuerpo


Y es que el silencio no basta,

no alimenta, sólo siembra deseo.

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