domingo, 26 de junio de 2011

Hermano Javier


Sé hermano que no nacimos
ninguno en la misma cuna
y sabes que no viví
lo que viviste tú en Cuba

aquellos tiempos terribles
que dio el período especial
cuando se quedaron solos
todo empezaba a escasear

solo conozco tu abrazo
y tu chorrito de voz
la melodía que nos une
no es el martillo y la hoz

no nos estamos secando
los dos en la misma cuerda
y tampoco vamos dando
vueltas a la misma izquierda

pero me llena tu risa
y tu “asere, que volá”
y veces de lo distinto
surge una gran amistad

se que recorriste un mundo
pa llegar a Borinquén
y que ahora mi terruñito
será tu casa también

que tus hijos son mis hijos
que una hermana es tu mujer
y que a esos locos bajitos
vamos a verlos crecer

sabes que soy comunista
y sé bien que no lo eres
y aunque fueras derechista
yo se bien cuanto me quieres

quiero que sepas en verso
que aunque pueda parecer
un ortodoxo perverso
serás mi hermano, Javier

no se si sabes que vengo
de un barrio que duele dentro
de una casa de madera
con el piso de cemento

que sufrimos del castigo
del mismo esclavizador
el bloqueo fue contigo
conmigo la explotación

Ríus Rivera hubiera dado
la gloria que en Cuba vio
pa’ librarnos de este yugo
que ahora vivimos los dos

la historia nunca se olvida
y ese sueño de Martí
fue el que soñó Filiberto
de dejar libre el coquí

mira cómo son las cosas
las que este yanqui no entiende
por que aunque hubiese querido
que nos odiáramos siempre

nos miramos cara a cara
y a veces nos comprendemos
aunque yo ame al Ché Guevara
no estamos en los extremos

y si en la lucha en que estamos
cada cual toma su orilla
tenemos la misma sangre
y hasta las mismas costillas

y aunque lea Cubadebate
y discursos de Fidel
nuestra amistad no es combate
nuestro abrazo será fiel

quiero que sepas en verso
que aunque pueda parecer
un ortodoxo perverso
serás mi hermano, Javier

jueves, 23 de junio de 2011

tu y yo

En tu pecho hay un pedazo
de mi inocencia,
en su suavidad
soy sólo un adolescente
tímido y callado

En tu vientre que albergó vida
hay una semilla
que no brotará,
un regalo de mi cuerpo al tuyo
que no dejas ir

En mi cuerpo,
el rastro de tu expedición,
el eco de una canción,
silencio de palabras,
bullicio de saliva,
tenues latidos de luces en la cama,
aliento caliente y húmedo sobre el cuello
un músculo tenso
dentro de otro que contrae
lentos movimientos
de una danza improvisada

en tu cuerpo
agitación, latidos rápidos,
velocidad, temblores fuertes,
y de repente, un ángel
que te toca el rostro,
que te besa en los labios,
el pasillo de una escuela,
las escaleras que dan al comedor,
un salón de clases, y afuera
una guitarra que suena
con un simulacro de serenata
olor a rosas, a frutas frescas
y un sueño que se apodera de ti

entre nosotros
un río,
un puente que divide tu barrio del mío,
un camino y un horizonte,
un mes de exploración
un muelle y muchos besos