martes, 17 de enero de 2006

lo que le dí

yo le revelé las cosas que guardaba hasta la tumba

aquellas debilidades que escondes a los odiados

yo me perdí en su mirar salado de alga marina

me desnudé las fronteras de mi piel cicatrizada


yo le entregué feromonas liadas a una cadena

me apoderé de su vientre y sus piernas transparentes

yo le entregué mi canción de compases en silencio

yo atravesé su mirada para enterrarme en su pecho


yo me enredé entre sus senos rosados como perfume

y en las manchas de su piel descubrí constelaciones

y le desgarré su espalda, debajo del omoplato

y con saliva indeleble le escribí mi juramento


y profundo en sus entrañas escarbé con tanta fuerza

que las semillas brotaron como balas en guerrilla

enterrándose en la huerta de su útero sediento

nacieron embriones muertos por excesos hormonales


yo me anclé a su caderamen y a su nariz imperfecta

y apretando su cintura le marque mis dedos toscos

y lloví sobre su pecho brillante como la luna

y me sublevé en sus labios que me maldicen llorando


yo no soy el más amado de su colección de hombres

y tal vez no fui erupción de volcán sobre su boca

y siempre seré emigrante sin documento en su tierra

nómada sin continente de su control migratorio