miércoles, 25 de enero de 2012

sin título

Cayó la noche
sobre tu cuerpo
como una manta
llena de estrellas
como un conjuro
tus ojos grandes
me cruzan todo
como centellas

luego en el suelo
tiendes la alfombra
hecha de suelo
y de verde grama
y un seis por ocho
tocado en timba
entra en tu sangre
y posee tu alma

luego bendigo
tu cuerpo abierto
con esta boca
que es instrumento
de un dios dormido
casi olvidado
de la humedad
y de los silencios

Orisha hermosa
dueña del ritmo
diosa lejana
de tierra extraña
toca una bomba
sobre mi cuero
mientras la luna
de luz nos baña

Negra culona
de piel albina
de pelo negro
como gitana
risa mestiza
ojos de astro
manos de lluvia
sol de mañana

Y me amanezco
sobre tus montes
y a tu extensión
me aferro dormido
y al despertarme
lo hago risueño
hoy yo te he amado
porque has querido

Y siendo tuyo
te siento mía,
cada segundo
es un infinito
y entre palabras
me nacen versos
de otro poema
que no se ha escrito