viernes, 30 de enero de 2009

un no se

no se si he perdido,
aunque perder es un arte
en el que parezco ser
maestro en estos días

dibujarte en una servilleta
con un lápiz doblado y viejo
se convierte en un largo segundo,
en donde te miro como si
fuera la primera vez
que tus ojos se abren,
y son nuevos los colores
que los habitan

escribirte una canción
es una corriente, un infierno,
una diosa y toda la gente,
y de entre los microtonos
salen pequeños peces noctámbulos,

cada poema es Babilonia,
torres, jardines colgantes,
edenes, olvido y paladares,
y de mis manos enredaderas,
lenguas, cantos, arenas, y diciembres

y cuando hago noches
son remotas, llenas de
nada y hojas,
de inmovilidad,
susurros y sombras,
y al tocar los bolsillos
siento tu arena que los llena,
me oxido, indefinido,
matando soledades