Sofía te estoy amando
y este momento habitas
en los rincones más cálidos de mi alma
y en ellos te alimento con el suero vital
de mis sueños mudos
que son sangre y glucosa llenas de recuerdos
aquellos que no les confieso a nadie que no sea papel
Aunque lloro a solas por tu inexistencia
Sofía te estoy amando
como a aquella Sofía de mi infancia
llena de plata y surcos
que me quiso como su nieto
y me brindó la calidez y el beso
de su pecho marchito por los años
la que quise como a pocos
la que guardo en el rincón más lejano del alma
junto a tu placenta de éter,
la que un día supe que murió
y la lloré en silencio por que era
lo último que quedaba de aquél niño que fui
Aunque nunca te veré crecer
Sofía te estoy amando
con tu cabello rizo sobre tus hombros
y tus ojos verde amarillo
pequeños como los míos
con unos labios finos que un día
besaran la boca de un mulato
bajo un árbol de jacarandá
en una puesta de sol
que recordarás toda tu vida
Aunque nunca seré tu padre
Sofía te estoy amando
y amo el torrente de sangre
que nunca fluirá de entre las piernas de tu madre
y la grasa en la que viene tu piel protegida
y el primer grito de dolor que darás en este mundo
tan ruin y despreciable
que no me deja tenerte
por que el universo no está preparado para recibirte
y por eso serás siempre semilla y un recuerdo