martes, 18 de diciembre de 2018

silencios y culpas


Otra vez llega el silencio
a visitarme, a dejarme lágrimas
que hacen temblar el suelo.

La visita no es repentina,
aunque nunca la espero
y siempre me deja un mal sabor.

Este silencio
que me enloquece,
que me da culpas que ni me pertenecen.

No lleva nombre,
pero sé la suma de sus letras,
no tiene sentido,
miente.

Y yo sé lo que no dice;
yo sé lo que quiere.
Calla las palabras
que escribió por años
y que se desterraron

una tarde de febrero en una caja.
Se fueron de paseo al vertedero
sin ceremonia.

Quiere culparme,
hacerme partícipe
de la apoptosis
de las células de otro

y quiero mirarle,
y decirle que sé.
Que tengo su sintaxis
y semántica agarrada
por las gónadas,

que aunque trate de hacerse invisible
yo sé que existe, y no tiene poder sobre mi.

Y que como otras veces
le haré pedazos
con una canción.