sábado, 2 de agosto de 2008

ciclón

vuelves a mi en ciclos,
vienes del mar que te invoca
a mis trópicos en calma

llegas a destrozar mi presente,
a destruir con un caos violento,
de este a oeste mi cuerpo

traes ventisca del pasado,
olores a deseo,
tu ojo me atraviesa

vienes en junio,
con una entropía casi planificada,
y noviembre no detiene tu furia

un torbellino de sentidos,
ruges sobre mi piel despierta,
azotas mi pensamiento y me dejas

sustancias

puede ser la esencia,
la naturaleza, el ser,
el zumo que me extraes,
el caldo en que me hierves

si cambio puede ser
lo que permanece,
lo importante

puede ser el valor,
el caudal, un alimento,

puede ser estar parado sobre algo

puede ser la realidad que existe por sí misma
y es soporte de sus cualidades o accidentes

tal vez un material u objeto que pasa por
varias transformaciones,

puede ser algo que ingiero para sentirme mejor
puede ser algo que ingiero para olvidarte

puede ser un viaje largo de búsqueda,
o uno rápido, frío y oscuro

o puede ser el abrazo de la muerte,
el más bello de los abrazos,
el de la profundidad y silencios

y llegó el fin...

sin ceremonias,
fanfarrias,
cargando grandes cantidades de nada

con más aire entre las manos,
éter y bruma,
sombra y destierro

sin perfume, risas,
besos ni caricias,
sin pasión, ni domesticación,

sin figura, cintura,
labios, rosas secas,
sin palabras

sin sonidos, sin sentidos
llegó una mañana de agosto,
igual que ayer, pero más devastador