viernes, 23 de enero de 2015

fantasma

sobre esa superficie
hay algo que no soy yo

sobre esos pedazos
de cristal roto
está el reflejo,
el fantasma

hay muchos significantes
que no le pertenecen a nadie,
libres, de boca en boca,
pero pocos significados

en este espacio
hay una locura
que no es solo el producto
de la razón

es un ejercicio lógico,
una complicada construcción
del delirio

hay un yo, un otro,
una imagen del otro,
siempre presente al margen del deseo

una representación de lo que falta
un algo que simboliza lo imposible,
lo que nunca llegaré a comprender,

por eso sé que ese algo
que se parece a mi
no soy yo

y pienso si será el otro,
el que insiste en que sitúe mi cuerpo
en este sistema que me dicta
que hacer, y cuándo

y es entonces cuando entiendo
que no puedo ver reflejada mi mirada,
que mi voz es lo que no oigo

siguen flotado palabras
de tu boca a la mía,
amor, olvido, falta, sonrisas,
silencio, madera y espera

ninguna me pertenece,
y todas están vacías,
faltas de significado

y perdido así
me aferro al fantasma,
ese residuo que promete
darme alguna identidad,
la que la palabra
no puede darme



miércoles, 7 de enero de 2015

cambios

"Cambia lo superficial,
cambia también lo profundo
cambia el modo de pensar
cambia todo en este mundo"
            Julio Numhauser, músico chileno



de pronto me desperté un día
y la mujer que eras desapareció;
agarró todo lo que la hacía hermosa
y se fue

y desde entonces mis manos y sonrisa
sintieron el tiempo pasar por ellas,
la sal, el viento, el trabajo y los errores
las hicieron más hermosas

después fue mi voz, que cuando cantaba
era muy joven y solo repetía notas
y silencios de otros

aprendió con los años a hallar su causa,
a jugar con los significantes y significados
a cantar, razonando

y ya Sabina no me supo a lo mismo
y no volví a ver las rosas secas con el mismo significado

hay libros que ya no me interesa leerlos
porque crecí más allá de su mensaje,
y renuncié a los dioses, a los deseos sin sabor

ya me parece tonto Juan Salvador Gaviota,
y cambié a Ortega y Gasset
por Lenin, Mariátegui y Leontyev

ya mi casa no tiene techo de madera y zinc
lo cambié por uno que resiste tempestades

ya no tengo las mismas obsesiones y adicciones,
las cambié por otras que me dan más satisfacción
ahora me dedico a leer del socialismo
y a jugar con la ciencia y la probabilidad

ya no espero a la hija,
la dejé morir, y me hizo libre

ahora mi guitarra, cuando suena sus cuerdas
devuelve crítica, sarcasmo,
y habla del amor, sin ingenuidades

ya le perdí el miedo al fracaso
porque estuve en el suelo tantas veces
que sé que de ahí no voy a pasar

Así que cambia y olvida;
no queda nada aquí por destruir