martes, 14 de agosto de 2012

Viajeros

¡Que hermosa la distancia
que nos arranca de la tierra
de donde salimos y nos siembra
como semillas nuevas en
otro lugar!

¡Que triste es la distancia,
y el llamado de la patria,
el de los que dejamos
con los ojos llenos de lárgimas!

¡Que dolorosa es la distancia,
la del amor que se abandona,
la del amor que espera
lleno de esperanza!

¡Que bello es el corazón
de los hombres y mujeres
que renacen en otras tierras,
que nos tatúan sus costumbres,
sus cantos y sus penas!

¡Que santa es la nueva tierra
que nace con los que llegan,
el corazón del que viaja
y nos trae nuevos alientos;
nuevos ritmos y esperanzas,
el olor de otras cocinas,
de otros panes y otros sueños!