lunes, 19 de diciembre de 2005

Baobab

“Si un baobab no se arranca a tiempo, no hay manera de desembarazarse de él más tarde; cubre todo el planeta y lo perfora con sus raíces. Y si el planeta es demasiado pequeño y los baobabs son numerosos, lo hacen estallar”.

El Principito – Antoine de Saint-Exupéry


Yo nunca quise ser adulto

y precisar de explicaciones

tener grandes responsabilidades

y altos cargos


Siempre amé las cajas

por que eran una gran posibilidad

algo que podía siempre ser

un secreto maravilloso


Siempre detesté las cifras

los triples integrales

y las matemáticas que tanto aman

las personas mayores


Yo siempre quise un asteroide

del tamaño de una casa

y siempre quise un codero

devorador de arbustos


Cuando crecí me volví uno de ellos

me llené de diplomas,

cuentas, ropa a la europea

y ambiciones de poder


Y llegó un momento

en que no pude, o peor

no supe distinguir

entre rosales y hierbas


Los corderos se comen

las hierbas malas

pero no distinguen

entre arbustos, hierbas y rosales


Yo nunca vi sus espinas

como pura maldad

siempre intenté protegerla

por débil e ingenua


Yo nunca quise crecer

pero a veces hay cosas inevitables

el tiempo es inalterable

y un día me alejé


Y mi amor se volvió un baobab

que no se arrancó a tiempo

creció sobre mi planeta

y lo hizo explotar