jueves, 11 de junio de 2009

ateo

A los diez años descubrí que era ateo. Creo que siempre tuve el arte de diferenciar entre la realidad y la mitología. Como todo hijo de clase media alta, fui a un colegio católico para ser criado como Dios manda, bajo la fe católica e inmerso en la repetición constante de palabras que en realidad no hacen sentido. Irónico que el único lugar en donde me sentía a salvo de todo el bombardeo de moral era dentro de la Ermita. Aquél lugar, que en aquél momento tendría 300 años, estaba siempre desierto, y yo me escondía en las escalinatas que daban a un área hecha para un coro.

En octavo grado nos llevaron un relicario con la carne de San Juan Bosco. Allí nos hablaron a todos sobre quien fue, y nadie escuchó. Observábamos perplejos el relicario, que tenía un pedazo grueso, pequeño y gris de la carne del santo, que por alguna razón teníamos que venerar.  Yo me quedé asombrado; ¿qué debía hacer, qué implicaba? ¿Será que se lo comieron y las sobras las pusieron en relicarios?

Nunca pude comprender eso del catolicismo: un dios que es uno pero es tres, y a su vez convive con criaturas aladas que visten túnicas y que son todas rubias y de ojos azules. Su Némesis es precisamente uno de ellos, el más hermoso, el más rebelde de todos. Siempre me sedujo esa figura, tan llena de rebeldía, contracorriente, reto y libertad.

Además, ¿quién entiende los santos? Son humanos “que por sus obras” tienen una categoría distinta a los demás, o sea, hay clases sociales privilegiadas en el catolicismo. Arriba está el dios, el dictador, que a su vez está dividido en el Padre, que es el que siempre ha estado ahí, pero ha caído fuera de la corriente de la moda, el Hijo, que es el moderno y llama la atención, y el Espíritu Santo, que nadie sabe lo que hace o deja de hacer, pero está ahí y le gusta disfrazarse de paloma. En medio están los ángeles, arcángeles, santos y otras hierbas, que vienen siendo los burócratas del partido comunista, o senadores, entre otros, luego de eso están los demás. Los santos son particularmente interesantes. Son humanos semidioses, que pueden ser venerados, pero no adorados (con excepción de la madre del Hijo). Estos superhumanos se caracterizan por cosas que parecen ser fuera de lo común, pero son obviamente provocadas. Sangrar “por las heridas del Cristo”, hacer milagros, curar enfermos.

Una tarde, como a los doce años, corrió el rumor de que en Cuyón había aparecido la Virgen María en el patio de una casa. Concurrió con uno de mis momentos más difíciles, la adolescencia, las dudas, la búsqueda. Antes de eso había ido a un retiro católico, en donde en mi fila todo el mundo “cayó en descanso”, menos yo (claro). Conforme me fui dando cuenta, lo que allí ocurría era una manipulación de masas, en donde te repetían una serie de idioteces para que te arrepintieras de tus pecados, y la gente se sentía tan y tan culpable, que caían desmayados. Fuimos a ver a la supuesta virgen. Cuando llegué a la casa, había tal vez unas 130 personas en ella, dentro y fuera. Salí al patio buscando una virgen, me encontré muchas desvirgadas y una palma que decían que tenía la figura de la virgen. Yo sólo vi una palma.

Además, he conocido tanto hijodeputa que es creyente… Algunos de los hombres más abusadores, sucios, viles, maltratantes, bandoleros y engañadores que he conocido son religiosos. Llegan a la iglesia, se confiesan y ya están listos para seguir ejerciendo la función que le tocaría ejercer al demonio.

Un hombre hace poco trató de convencerme de la existencia de su dios. Estabamos en un bar, y un pariente mío mencionó que era ateo (cosa rara en esta isla católica), entonces el hombre fue a parar a mi lado, para explicarme como había sido un ladrón, hijodeputa, sinvergüenza, y otros adjetivos no muy amables. Cuenta que un día de excesos miro al techo y dijo "si existes, dios, levántame de aquí por que no puedo". Dice que se levantó y jamás volvió a ser el mismo. Me parece gracioso que mucha gente quiera justificar la existencia de algo en base a experiencia personal. ¿por qué no explican otras cosas a base de eso? Ser malo e hijo de puta no es igual a ser ateo. El tipo era malo, no era ateo.

Ella es creyente.  Me ha destruido. Con engaños me hizo creer que era posible, con su seducción y sexo me atrapó en su red. Obtuvo de mí lo que quería, el apoyo, las cenas, las salidas y escapes, los consejos, el estar ahí para sus hijos en las graduaciones, cumpleaños, el defenderla contra su exmarido, el complacerla en cuanta cosa, el hacerle el amor como nadie, todo. Ella me consumió como consume un hoyo negro a una estrella. Deshizo mi cuerpo en átomos, y esos átomos en partículas sub-atómicas, hasta llegar a las cuerdas que vibran a una frecuencia que solo conoce el orden.  Ella primero le dio gracias a su dios por mi existencia, y ahora acaba de golpe con todo lo que fui.

Por eso hoy más que nunca, Gracias a Dios, soy ateo.

abismo

estás tan cerca
pero las palabras crecen
y las oraciones se vuelven
abismos en los que caigo yo
tú quedas en la superficie
y yo sólo caigo