miércoles, 6 de abril de 2011

marchito

Esta pantalla blanca que me mira

que me exige gritando que le escriba

esta fiebre que tengo tan amiga

y el celular que ronca cuando vibra

 

esta pelea que cansa y que maltrata

esta inseguridad con pesadumbre

esta carga que llevo que me mata

y ganas de estar en la muchedumbre

 

estos golpes que tengo por vestido

que me amoratan lo vivo y lo muerto

la cama blanca donde estoy tendido

el llanto que me causa tu silencio

 

estas ganas tan grandes de mirarte

largo cañón donde duerme una bala

el corazón, solo falta que infarte

y la razón, que la perdí en la sala

 

y en esta decepción, que está profunda

y que no sale, cual mancha de sangre,

se meten sentimientos que se inundan

y poco a poco se mueren de hambre

 

y como flor al sol hoy me marchito

y como loco ad nauseam te repito

lo mucho que me hieren tus palabras

y de como resecan y desabran

el mundo tan pequeño en el que habito

 

alguna vez me amaste desde lejos

y buscaba la idea de tu abrazo

y ahora se despiertan miedos viejos

que me rompieron, me hicieron pedazos

 

alguna vez me diste de tu cuerpo

y comulgué de él a la distancia

y ahora solo me llenas de silencios

me siento traicionado en lontananza

 

y busco alguna máquina imposible

que en el espacio-tiempo grite y vibre

para que me devuelva a aquél pasado

en el que me dijiste que otro hombre

valía más que yo, y hoy ese nombre

resuena entre mi pecho sentenciado

 

pero es un ejercicio en masoquismo;

a veces creo que es un espejismo

esto de estar llorando con mi sombra

en oscuros rincones de la casa

en donde las paredes y las tazas

repiten ese eco que le nombra

 

no busco concesiones ni quimeras

ni quiero coquetear con la tristeza

habría de conformarme que vieras

este cuerpo desnudo que te reza

 

oh diosa digital que has pisoteado

lo poco que quedaba de este vate

que a tu pecho una vez vivió colgado

y que en este tablero ahora está en jaque

 

quisiera que te metas en mis ojos,

que pudieras quitarte los abrojos

que no te dejan ver como yo veo

y aunque siento deseos de abrazarte

hoy no tengo valor para mirarte

en mi alma marchito está el deseo

 

me encojo como feto que descansa,

con el cerebro y cuerpo adoloridos

las ganas y la acción pelean, no transan

y me llena la pena del vencido

 

quisiera de una vez desdibujarme

soltar los nudos y desenredarme

para secarme al sol, si estoy marchito,

no queda nada que pueda alegrarme

y poco a poco muero al enterarme

que se ha vuelto real hoy otro mito