sábado, 15 de septiembre de 2007

sin título

Aunque no te odio
a veces desprecio tu sombra,
cada vez que la indiferencia y la indolencia
te ciegan

a veces me quedo esperando a que digas cosas
que no se si jamás podrás decir
y es ahí donde surgen las dudas
y las interrogantes del pasado

vuelve todo eso que quería saber
pero con agravantes,
a hacerme pensar en las cosas que me escondes,
que no me dices, o que me ocultas

aunque no te odio
a veces quisiera desterrarte por otros siete años,
esperar a los cuarenta a ver si la madurez
de la casi media edad cambia las cosas

pienso en mis riesgos,
en lo que dejo atrás,
lo que se afectaría
y que a veces siento que no ves

a veces quisiera hacerte despertar,
para que te dieras cuenta que te amo
hace tanto, y que esto para mi
no es un entretenimiento

que supieras que cuando mi corazón
se acelera al besarte o tocarte,
no es con el deseo de un hombre
si no con el amor de un adolescente de 19 años

que si tiemblo cuando me miras
no es de ganas de adentrarme en ti,
si no te emoción incontrolable,
como la de la primera vez

y el hombre de hoy no te reprocha nada
por que a quien le importa el pasado inconsecuente,
mas me importa el presente, los días que te veo
y me siento vivo

este hombre que no duerme pensándote
de consume a diario en tu imposibilidad,
improbabilidad, imposible, y detesta todos los im-
por que amarte es acción

este hombre que te mira y te besa
se cambiaría por otro en cualquier momento
con tal de vivir las cosas mas cotidianas
de tu lado

ansía tu vientre, y sus movimientos
ansía verle crecer y multiplicar,
llora cuando le faltas
y cuando le llueves

te espera en las noches,
te llama en los sueños,
te espera paciente,
te ama en secreto

este hombre es tu hombre,
el del 20 de agosto,
el del verano del 2000
el del 7 de junio del 1995