Yo tengo el corazón
partido en dos pedazos,
uno que late lento,
otro late veloz,
uno que habla muy poco
y otro siempre cantando
uno que come pastas
y otro que come arroz.
Uno que nació en mayo
primer amor de mi alma
que nació pequeñito
y de pronto creció;
como si una mañana
se levantase niño
y luego por la tarde
un hombre se volvió.
Hijo de la nobleza,
recatado y silente,
que canta en la bañera
con una hermosa voz,
que se pasa los días
encerrado en su cuarto,
y que cuando me abraza
me derrito de amor
Otro que no esperaba
pero, si no lo tengo
siento cual si faltasen
el respiro y el sol,
un trompo, una tormenta,
energía interminable,
un ángel que me mira
con los ojos de un dios.
Me arrebató la calma
desde el primer momento,
mi mejor complemento,
mi martillo, mi hoz,
que nació sin respiro
y ahora no se detiene,
y aunque no lo esperaba
sin él, ya no soy yo.
Yo tengo un corazón,
que aunque está dividido,
me late con el ritmo
que marca mi canción;
y canta una armonía
a dos voces templadas,
y este corazón viejo
se lo entrego a ellos dos.
¿Qué voy a hacer el día
que me marche callado?
¿Se acabará mi ritmo,
se apagará mi sol?
¿se romperán las cuerdas
y ya no habrá armonía,
o venderé mis sueños
por no decir adiós?
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