En los dedos tuve un nombre
que sonreía, que lloraba,
que buscaba mi voz
pero el nombre se hizo
polvo y con el viento
una mañana volando se marchó
una mañana volando se marchó
En los dedos tengo cuerdas
de guitarra temblorosas,
de guitarra temblorosas,
que cantan a su voz,
pero el eco de las cuerdas
ya se pierde en la distancia,
igual que ese amor
vibran, suenan,
en el espacio
cantan, lloran,
bajito, despacio
En las manos tuve noches
que se volvieron cintura,
caderas y también
tuve labios muy mojados
que a mi oído susurraron
más de una vez
En la boca tuve notas
que formaron las canciones
que un día le escribí
pero ella abrió sus alas
para elevarse muy alto
y muy lejos de mi
Vuela, odia,
busca el olvido
grita, rabia,
sueña conmigo
y se acuerda de mis dedos…
En los dedos
tengo siempre una guitarra
que te canta esta canción
en mi mente siempre tengo
el recuerdo de tus ojos
y tu voz
En el alma tengo culpas
y una partida de excusas
que no van a resolver
el desastre que he dejado
y que ya difícilmente
puedas comprender
y por más que quiera ahora
que mis dedos te sintieran
eso nunca pasará
porque el orgullo es muy
grande
porque es huérfana la culpa
y no me perdonarás
Lloro, grito,
luego me calmo
sueño, canto,
como si un salmo
me naciera de los dedos…
En los dedos
tengo siempre una guitarra
que te canta esta canción
en mi mente siempre tengo
el recuerdo de tus ojos
y tu voz
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