... y la verdad es que te extraño,
aunque todos los días quiero convencerme
de que no es así...
y me faltan los abrigos,
las capas, la calefacción,
ese frío que se mete
entre las placas, tornillos,
y los huesos de mi pierna
y aunque lo niegue,
extraño la resequedad,
los pasos sobre el piso
de madera de la casa,
el olor de las chimeneas,
el gris de los cielos
la cerveza, oh, la cerveza...
me faltan violines, guitarrones,
las orquestas de salsa de los exiliados,
los grupos folclóricos para disidentes,
el pasillo de "comida étnica" del supermercado
la rusa y su discimulada ninfomanía,
el negro que donde quiera arma un bembé,
los eventos de boxeo en fines de semana
el orden, el civismo, la diversidad,
el campo, los blancos, su racismo,
el maíz, las planicies y las vacas
podré tratar de convencerme que no te extraño
pero la verdad es que cuando llegué
era aún un niño y me hiciste hombre
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