viernes, 24 de octubre de 2008

breve

Ayer, luego de tu
transmutación en calabaza,
junto a tus zapatillas quebradas
parí un verso,
y te abrí;

saque de tu interior
la pulpa y las semillas
y corté una ventana
en tu elípitico cuerpo,
allí vertí palabras
y una placenta en rima,
esperando alimentes
el árbol del poema
que me sembraste un martes,
de madrugada a oscuras,
y consumí tu pulpa,
como hostia del deseo,
y guardé tus semillas
en un papel mojado
esperando la luna
para sembrarte honda

No hay comentarios.:

Publicar un comentario