jueves, 18 de mayo de 2006

Estoy habitado por una mujer

Estoy habitado por una mujer

hecha de alabastro y algas

tiene unos ojos que le dibujé con carbón

duerme en mi cerebro como un tumor benigno

le escucho hablar, y cuando está molesta

retumba en mi tímpano su grito

tiene manos pequeñas y callosas

con las que escarba mi materia gris

para enterrar semillas de recuerdos

unas caderas amplias

en las que almacena mis sueños

esos en los que le hago el amor

y le beso los ojos

pintándome de carbón los labios


Me habita una mujer joven

amplia e infinita

cabellos largos como el silencio

como el vacío de los días de lluvia

alabastro y verdes algas

piel de líquenes y musgos

Lleva la boca llena de pájaros coloridos

de su pecho nace una hiedra

que le cubre el cuerpo

y la pega a mi corazón

que la nutre de sangre

grandes ojos, dibujados

concierto de sombras

de codas, símbolos y silencios

tatuada de pentagramas y rimas

de su ombligo nace la melodía

aquella que marca el compás

de la creación de todo el nuevo universo


Me habita una mujer

con lengua de Babel,

sonrisa indefinida

místico rompecabezas

pidiéndome que sea

cartógrafo de su geografía

caníbal de su voz aguda

devoro sus palabras

la siento renacer en mi vientre

pateando mis costillas

nadando el jugo vital

que nos hace uno

resonando en mi cabeza como un eco

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