"Cambia lo superficial,
cambia también lo profundo
cambia el modo de pensar
cambia todo en este mundo"
Julio Numhauser, músico chileno
de pronto me desperté un día
y la mujer que eras desapareció;
agarró todo lo que la hacía hermosa
y se fue
y desde entonces mis manos y sonrisa
sintieron el tiempo pasar por ellas,
la sal, el viento, el trabajo y los errores
las hicieron más hermosas
después fue mi voz, que cuando cantaba
era muy joven y solo repetía notas
y silencios de otros
aprendió con los años a hallar su causa,
a jugar con los significantes y significados
a cantar, razonando
y ya Sabina no me supo a lo mismo
y no volví a ver las rosas secas con el mismo significado
hay libros que ya no me interesa leerlos
porque crecí más allá de su mensaje,
y renuncié a los dioses, a los deseos sin sabor
ya me parece tonto Juan Salvador Gaviota,
y cambié a Ortega y Gasset
por Lenin, Mariátegui y Leontyev
ya mi casa no tiene techo de madera y zinc
lo cambié por uno que resiste tempestades
ya no tengo las mismas obsesiones y adicciones,
las cambié por otras que me dan más satisfacción
ahora me dedico a leer del socialismo
y a jugar con la ciencia y la probabilidad
ya no espero a la hija,
la dejé morir, y me hizo libre
ahora mi guitarra, cuando suena sus cuerdas
devuelve crítica, sarcasmo,
y habla del amor, sin ingenuidades
ya le perdí el miedo al fracaso
porque estuve en el suelo tantas veces
que sé que de ahí no voy a pasar
Así que cambia y olvida;
no queda nada aquí por destruir
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