La intolerancia tiene
muchos armarios
y compartimientos secretos,
en donde cuelgan sus perversiones
los que la practican
Allí las guardan
como ropa de gala,
como trajes de lentejuela,
como esmoquins
las sacan y se las ponen
para mirarse al espejo
y contemplar sus cuerpos
con cierta vergüenza
y mucho placer
Allí las guardan
los que preparan
siempre dos discursos
al hablar en público
uno de los discursos
es el que quisieran decir,
el que dirían si tuvieran
total libertad y no fueran
juzgados por los ojos
de sus seguidores
La intolerancia
es un gran baúl
con grandes y oscuros secretos,
llena de violencias,
de humillaciones,
de heces y orín,
y de muchos llantos
y todos esos grandes secretos
a veces golpean con fuerza
el baúl, y logran abrir
tan sólo una hendija
por donde se escapan
unos pocos
y se vuelven los mensajes
homoeróticos del pastor,
el alcalde que se viste
de mujer en secreto,
la senadora que se ama
con un adolescente en un motel,
el cura que se masturba
y se asfixia en su cuarto
La intolerancia tiene muchos armarios
guarda muchos secretos
sabe mucho de los que la practican
y eventualmente no puede
contener su risa
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