miércoles, 12 de mayo de 2010

sobre las ventanas

puedo escribir una ventana

puedo dar los dolorosos detalles
arquitectónicos, ingenieriles,
y legales sobre lo que es
una ventana

puedo insistir en dar
la definición del diccionario,
o las descripciones de
la enciclopedia

pero prefiero escribir una ventana

y no escribir en ella,
sino decir que además
de ser una apertura
en una pared
que permite el paso del aire,
de la luz, y del sonido,
(o su encierro),
que son lugares
en donde cuelgan poetas,
y cantan enamorados

que las mías son a veces
las madres de la cárcel
de mi depresión,
que las cierro cuando
no puedo controlar
mi ansiedad,
cuando me agobia la náusea,
los escalofríos y los dolores,
y que las cierro hasta
que no puedan pasar las hormigas
y que las cubro para
que no pase el sol

pero también puedo escribir
las ventanas felices,
las que dejan pasar la luz,
el olor a lluvia y verde,
las que me llenan de sol,
por las cuales veo florecer
el árbol del vecino

hay venanas aburridas
cuadradas y sin gracia
algunas de esas sólo son windows

hay ventanas de iglesia
llenas de imágenes,
y algunas de contradicciones

pero también hay ventanas
en el techo, que dejan pasar el sol
al mediodía con fuerza

a veces sueño ventanas
que cruzo desnudo,
fractales imposibles
que dan cada vez
a nuevos cuartos

y a veces sueño cuartos
sin ventanas,
salas de tortura
para terroristas

muchas veces
roban mi atención las puertas;
pero siempre puedo
escribir una ventana

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