soy ateo por ti,
porque me enseñaste de los mitos
de los antiguos
aunque seas intolerante a veces
soy ciudadano del mundo por ti,
porque me enseñaste a mantener
mi cabeza abierta a las posibilidades
aunque seas una egoísta,
de ti aprendí cómo amar una mujer,
pues me enseñaste a sentir,
a prestar atención, a explorar
aunque encarnes la traición
de ti aprendí a confiar,
a aceptar el calor y la mano
de los extraños
aunque te quiera decir muchas cosas
sé que el silencio es lo correcto
porque hay palabras impronunciables
y tu sabes bien lo que siento
aunque seas intolerante
me enseñaste a descubrir,
porque nunca le pusiste límite
a mi curiosidad
aunque seas desorganizada y derrotada
de ti aprendí el orden y la búsqueda de la victoria,
y quien fuera Quijote
ahora es Sancho
aunque me hayas dejado sólo en esta travesía
contigo aprendí a navegar
la ciencia y la inteligencia,
los sistemas y las clasificaciones
aunque ahora tengas ínfulas de artista famoso
contigo descubrí a los que enseñan cantando,
a los que hacen de la canción un fusil,
y de la voz una metralla
aunque ya no estés conmigo y no seas mi sangre
te recuerdo muchas veces,
y siempre que pienso en ti, hermano
lloro por que no hice lo suficiente
aunque parezca que mi vida es un modelo,
siento que no tengo dirección,
y todavía no se que quiero ser
cuando sea grande
aunque quiera que seas un dios
sé que eres sólo un mortal
y sólo te puedo dar una guía
para evitar los errores
aunque no quiera, siempre que te pienso
lloro sin control, porque sé
que todo hubiese sido distinto contigo,
pero estoy más que feliz con lo que tengo
aunque tengo mucho que hacer
no lo hago, en cambio,
me siento a escribir este poema
y de momento todo se ve más claro a través de las lágrimas
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