debe haber un misterio enrevesado
tras esta lluvia inistente,
tan inevitable, tan llena de ansias
tal vez el mismo misterio
de ese cabello entrópico y descuidado,
opaco y enrredado
seguro no es tan complejo
como esa muralla de metáforas,
de enciclopedias que te cerca,
ese cepo intelectual archivado en Dewey
puede ser el mismo misterio de aceituna,
el de tus músculos ventanas
deglutadores de almas, rodeados de sombra
o tal vez la llave es la boca que no besa,
la boca que no toca y provoca,
la de las lenguas, constructura de murallas
esta lluvia es tan misteriosa como el compás,
como las fusas tecleadas sobre una piel que es cuerda
como el paseo de la danza del deseo
que se baila en ciclos
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