"Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo..." -El Zorro, Capítulo 21 de El Principito, de Antoine de Saint Exupéry-
Yo era un zorro como otros,
cazaba para vivir,
y todo cuanto cazaba era igual,
y todos cuantos intentaban cazarme
eran iguales
yo llevaba una vida muy monótona
mis motivaciones no eran más
que las que son básicas
y simples
para mi el color del sol
no tenía significado,
la brisa no era más que brisa,
las horas eran iguales
pero tu me domesticaste
y sin saberlo todo empezó
a tener significado
ya el sol paso a recordarme tus cabellos,
y el trigo su movimiento cuando los mueve la brisa
ya los pasos de los hombres
sonaron distintos, y supe reconocer los tuyos
fuiste paciente, y me enseñaste los ritos
que saben los domesticados
pero un día perdiste la paciencia y te marchaste,
y perdiste responsabilidad sobre mi
y te olvidaste que lo esencial es invisible a los ojos,
que solo se ve bien con el corazón
y aqui estoy, agonizando,
por que olvide las artes simples de la sobrevivencia,
por que me acostumbre a depender de ti
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