Un cosmoespacio, en la astropista, lleno de grafiti sideral.
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sábado, 30 de abril de 2011
encierro
jueves, 21 de abril de 2011
sin título
ni destino, ni lugar donde ir,
y a veces lo aleatorio se vuelve
Elegguá de la materia,
y se abre el camino de los ladrillos amarillos
sobreviviente
me siento en esta silla a contemplar
que desde el día de mi primer latido
siempre algo me trata de matar
y no ha podido.
martes, 12 de abril de 2011
El cosmonauta
jueves, 7 de abril de 2011
el perro
como en todos estos días
siento que el amor
es un mercado,
un producto de consumo,
de mucho valor de intercambio
y poco valor de uso
como en todos estos días
siento que la vida
se me escapa,
que el alma ya no aguanta
tanto golpe bajo
pues es que en estos días
me visita un viajero,
que ya ha estado conmigo
y todo lo que sabe
es de recuerdos marchitos
de burlas, de traiciones,
promesas incumplidas,
de dolores de pecho,
y ganas de enterrarme
y como ya es costumbre
hablo con las paredes
porque nadie me escucha
hago vibrar mis cuerdas
pero están todas mudas
y sobre el pentagrama
una métrica rara,
que le faltan las notas
y es que estos días son
como una marcha fúnebre,
y lento me derrito
cuando me quedo solo
puede salir la luna,
o estar fría la noche,
y sólo veo el vacío
tan negro y tan profundo
que me seduce un poco
con ganas de abrazarlo
me lanzo hacia su fondo
buscando lo que queda
de lo que me hablas tanto
camino por la casa
y me arranco pedazos
como un rompecabezas
los riego por el suelo
sin ceremonia alguna
solo me quedan trazos
de lo que ayer serías
pero saben a nada
a la nada tan sola
a la nada tan triste
me saben al olvido,
al segundo lugar
a tu llanto y tu rabia
que no son para mi
me saben a derrota,
al pasado tan viejo
pero tan relevante,
a bombas, radiación,
a viajes que se extienden
me saben a la mañana
aquella donde desperté
desnudo sin saber
que pasaba
no soy mas que un fantasma
una ilusión redonda,
la cabeza que canta
el sexo que se exhibe
no soy más que
un buen juego
de una niña lejana
pero me queda claro
que no soy
su juguete predilecto
soy más como
una curiosidad,
un experimento
una manera
de almacenar deseo
para luego dejarlo ir
en otro cuerpo
una compañía prostituida,
la base de una estructura
tan frágil como el hielo
soy la ilusión,
el líquido que sale
de entre sus piernas
que se seca y desaparece
aquí, viejo y sentado,
ancho y usado,
casi muerto
un tiesto lleno
de promesas huecas
que nunca se cumplen
y ni una sola de esas lágrimas
recorren ese rostro
pensando en mi sufrir
todas se evaporan
y llegan a otro cuarto
soy el perro que
todos patean
y que aguanta
todos los golpes
ese perro triste
de la calle,
lleno de llagas,
cicatrices viejas
de las pulgas
del inmovilismo,
de la sarna
del desdén
de vez en cuando
me deja un hueso
con carne que se pudre
y yo comulgo,
y recito el viejo mantra
del deseo y el sufrimiento
pero esa carne podrida
corroe mis entrañas
que se acalambran
se retuercen de dolor,
se inflaman de putrefacta flatulencia
y cada día muero un poco
e infinitesimalmente
me vuelvo más llaga que perro
marchito y olvidado,
por no ser más importante
que aquél por el que tanto lloras
hasta que ladro y muerdo
y por fin, me disparas.
miércoles, 6 de abril de 2011
marchito
Esta pantalla blanca que me mira
que me exige gritando que le escriba
esta fiebre que tengo tan amiga
y el celular que ronca cuando vibra
esta pelea que cansa y que maltrata
esta inseguridad con pesadumbre
esta carga que llevo que me mata
y ganas de estar en la muchedumbre
estos golpes que tengo por vestido
que me amoratan lo vivo y lo muerto
la cama blanca donde estoy tendido
el llanto que me causa tu silencio
estas ganas tan grandes de mirarte
largo cañón donde duerme una bala
el corazón, solo falta que infarte
y la razón, que la perdí en la sala
y en esta decepción, que está profunda
y que no sale, cual mancha de sangre,
se meten sentimientos que se inundan
y poco a poco se mueren de hambre
y como flor al sol hoy me marchito
y como loco ad nauseam te repito
lo mucho que me hieren tus palabras
y de como resecan y desabran
el mundo tan pequeño en el que habito
alguna vez me amaste desde lejos
y buscaba la idea de tu abrazo
y ahora se despiertan miedos viejos
que me rompieron, me hicieron pedazos
alguna vez me diste de tu cuerpo
y comulgué de él a la distancia
y ahora solo me llenas de silencios
me siento traicionado en lontananza
y busco alguna máquina imposible
que en el espacio-tiempo grite y vibre
para que me devuelva a aquél pasado
en el que me dijiste que otro hombre
valía más que yo, y hoy ese nombre
resuena entre mi pecho sentenciado
pero es un ejercicio en masoquismo;
a veces creo que es un espejismo
esto de estar llorando con mi sombra
en oscuros rincones de la casa
en donde las paredes y las tazas
repiten ese eco que le nombra
no busco concesiones ni quimeras
ni quiero coquetear con la tristeza
habría de conformarme que vieras
este cuerpo desnudo que te reza
oh diosa digital que has pisoteado
lo poco que quedaba de este vate
que a tu pecho una vez vivió colgado
y que en este tablero ahora está en jaque
quisiera que te metas en mis ojos,
que pudieras quitarte los abrojos
que no te dejan ver como yo veo
y aunque siento deseos de abrazarte
hoy no tengo valor para mirarte
en mi alma marchito está el deseo
me encojo como feto que descansa,
con el cerebro y cuerpo adoloridos
las ganas y la acción pelean, no transan
y me llena la pena del vencido
quisiera de una vez desdibujarme
soltar los nudos y desenredarme
para secarme al sol, si estoy marchito,
no queda nada que pueda alegrarme
y poco a poco muero al enterarme
que se ha vuelto real hoy otro mito