puedo cantar de los que
quieren la gloria
puedo escribir de los que
no sufren nada
declarar como un tonto
el fin de la historia
o a coro proclamar
la utopia desarmada
no hay que pedir perdón
por no rendirse
cuando quieren que calles
en tu miseria
por levantar tus armas,
cubrir tu rostro
para recuperar
toda tu tierra
mejor morir parado
que de rodillas
mejor vivir luchando
que claudicar
Hoy canto una ranchera
pa’ los de abajo
pa’ los que no se cansan
de batallar
Un cosmoespacio, en la astropista, lleno de grafiti sideral.
Copyright (c) Pedro J. Rivera Torres.
Todos los derechos reservados/All rights reserved, 2021.
www.pedrojuanrivera.com
martes, 26 de octubre de 2010
domingo, 10 de octubre de 2010
mensajes
escucho tu cuerpo
libro abierto,
canción de los silencios
lleno de señales,
piel que se sonroja y se eriza
marcas, lunas, y misterios
quiero ser el intérprete,
el traductor de tus vibraciones,
de tus historias
de la ventana de tu cuerpo,
el órgano con el que me llamas,
el de tus besos
tambor que bate
en tu pecho tibio
reloj de tu timidez
silencio que se eriza,
se abulta,
que se enciende
boca que gime,
besos que cantan,
manos temblorosas y húmedas
ojos que casi lloran,
cristalinos, agua de lluvia,
negro oscurecer de luna nueva
escucho tu cuerpo
a la lejanía,
a la orilla de mi playa
me llegan las olas de tu pelo
mecidas por el viento salado
de tu anonimia
abro mi pecho al horizonte,
extiendo los brazos, y en el pecho
siento tu vibración
escucho tu cuerpo, descifro tu código,
llega tu brisa y aspiro.
libro abierto,
canción de los silencios
lleno de señales,
piel que se sonroja y se eriza
marcas, lunas, y misterios
quiero ser el intérprete,
el traductor de tus vibraciones,
de tus historias
de la ventana de tu cuerpo,
el órgano con el que me llamas,
el de tus besos
tambor que bate
en tu pecho tibio
reloj de tu timidez
silencio que se eriza,
se abulta,
que se enciende
boca que gime,
besos que cantan,
manos temblorosas y húmedas
ojos que casi lloran,
cristalinos, agua de lluvia,
negro oscurecer de luna nueva
escucho tu cuerpo
a la lejanía,
a la orilla de mi playa
me llegan las olas de tu pelo
mecidas por el viento salado
de tu anonimia
abro mi pecho al horizonte,
extiendo los brazos, y en el pecho
siento tu vibración
escucho tu cuerpo, descifro tu código,
llega tu brisa y aspiro.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)