Décima de mis ancestros
llevo tu rima en la sangre
y como grueso palangre
hundida en mis labios diestros
aprendí de mis maestros
desde joven la Espinela
sustituí la rayuela
por rimas provocativas
de palabras conflictivas
que aprendiera yo en la escuela
Con las palabras jugando
vi pasar mis años mozos
y fui convirtiendo esbozos
en lienzos que fui pintando
con palabras que cantando
como trazos de un pintor
en la tela del amor
con rimas como pintura
fui transformando en figuras
de octosílabo color
Un cosmoespacio, en la astropista, lleno de grafiti sideral.
Copyright (c) Pedro J. Rivera Torres.
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jueves, 27 de marzo de 2008
jueves, 20 de marzo de 2008
María Argentina Minerva Mirabal Reyes
El caribe azul que un día
tu inerte cuerpo llorara
sería el mismo que olvidara
condenando a la afonía
tu grito de rebeldía
que aún el eco conserva
pido que nunca se pierda
tu mirada y el acento
de tu nombre dicho al viento
María Argentina Minerva
Ojo de Agua, la tierra
de tu nacimiento y muerte
callada guarda la suerte
que tu corazón encierra
ese fervor que en la sierra
cual recio grito retumba
y aunque encerrado en la tumba
duerme tu cuerpo a tus anchas
tu historia es como avalancha
que la tiranía derrumba
La mirada del tirano
cambió tu rumbo certero
sembró un desprecio sincero
de detener la cruel mano
que al pueblo dominicano
oprimió con cruel empeño
y jamás llegó a ser dueño
de los lindes de tu piel
ni derrumbar el dintel
de tu espíritu risueño
El déspota desgraciado
de la vida te privó
pero nunca imaginó
el regalo tan preciado
de eternidad que te ha dado
por que en los libros de historia
se hablará siempre con gloria
de tu fiera resistencia
y estarás en la conciencia
de tu pueblo y su memoria
tu inerte cuerpo llorara
sería el mismo que olvidara
condenando a la afonía
tu grito de rebeldía
que aún el eco conserva
pido que nunca se pierda
tu mirada y el acento
de tu nombre dicho al viento
María Argentina Minerva
Ojo de Agua, la tierra
de tu nacimiento y muerte
callada guarda la suerte
que tu corazón encierra
ese fervor que en la sierra
cual recio grito retumba
y aunque encerrado en la tumba
duerme tu cuerpo a tus anchas
tu historia es como avalancha
que la tiranía derrumba
La mirada del tirano
cambió tu rumbo certero
sembró un desprecio sincero
de detener la cruel mano
que al pueblo dominicano
oprimió con cruel empeño
y jamás llegó a ser dueño
de los lindes de tu piel
ni derrumbar el dintel
de tu espíritu risueño
El déspota desgraciado
de la vida te privó
pero nunca imaginó
el regalo tan preciado
de eternidad que te ha dado
por que en los libros de historia
se hablará siempre con gloria
de tu fiera resistencia
y estarás en la conciencia
de tu pueblo y su memoria
sábado, 8 de marzo de 2008
El guerrillero
Patria en un día cansado de batallas
hombros adoloridos, rojo el pecho
nunca me des un trono, solo quiero
un tronco seco de un yagrumo viejo,
donde apagar el fuego de la lucha
en donde pueda yo besar al sueño
Patria si en verde me hundo combatiente
cual nuevo San Martín, Simón, Bernardo,
no dejes que mis ojos se ennublezcan,
ni que olvide jamás que a ti me debo
que la moral sencilla y milenaria
que habla de libertad siempre me guie
Patria si un día cambiase mi guitarra
por un rifle de asalto en la montaña
jamás olvidaré que soy un hombre
que quiere por los otros dar su sangre
que no merece himnos ni las glorias
que en la muerte solo desea tu abrazo
Que mi sangre se esparza por tus ríos
y mi cuerpo algún árbol alimente
que el canto de un fusil se oiga en el campo
grito de libertad en la alborada
nota brillante en página de historia
ola furiosa sobre la costa mansa
hombros adoloridos, rojo el pecho
nunca me des un trono, solo quiero
un tronco seco de un yagrumo viejo,
donde apagar el fuego de la lucha
en donde pueda yo besar al sueño
Patria si en verde me hundo combatiente
cual nuevo San Martín, Simón, Bernardo,
no dejes que mis ojos se ennublezcan,
ni que olvide jamás que a ti me debo
que la moral sencilla y milenaria
que habla de libertad siempre me guie
Patria si un día cambiase mi guitarra
por un rifle de asalto en la montaña
jamás olvidaré que soy un hombre
que quiere por los otros dar su sangre
que no merece himnos ni las glorias
que en la muerte solo desea tu abrazo
Que mi sangre se esparza por tus ríos
y mi cuerpo algún árbol alimente
que el canto de un fusil se oiga en el campo
grito de libertad en la alborada
nota brillante en página de historia
ola furiosa sobre la costa mansa
viernes, 7 de marzo de 2008
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